Fueron años felices para Fairy aquellos en los que Villarriba y Villabajo se tiraban de los pelos en una absurda competición por ver quién dejaba la paella más limpia con menos detergentes. También eran felices para los telespectadores, más si eramos niños indefensos ante el ataque subliminal, porque los vecinos debían estar bien jodidos. Fuera como fuere nos mantuvieron entretenidos con una angustiosa rivalidad que al final siempre acababa sorprendentemente ganando el que no usaba el detergente sin marca (cuidado marcas blancas, ya iban a por vosotras en 2002). Usar Fairy te convertía en bueno, y usar el 'extraño producto' en malo. No recuerdo ahora si eran los de arriba o los de abajo los que resultaban vencedores, pero da igual. El tema hoy es otro.
La imaginación de los publicistas de Fairy parece haber echado el resto con la idea y, con el resto, las potas. Hartos del conflicto y contagiados por la fiebre cohesionadora de todo el mundo televisivo han decidido unir los pueblos en 'Villaenmedio'. Vale, está bien, ser publicista en una empresa de lavavajillas no debe ser el sueño de nadie al salir de la facultad de diseño, pero joder, habéis echado un truño que flipas. Nos hemos criado con Villarriba y Villabajo por mucho que nos pese y habéis creado durante años un mito generacional muy consolidado. Desde los pocos años hemos visto ganar a Fairy muchas veces, TODAS las veces, y nos hemos enriquecido sabiendo que si no lo usas, eres un puto perdedor.
Y ahora vienen con que se juntan. Ahora se acaba la guerra, ahora todos amigos, comámonos la paella todos juntos dejando a un lado todas nuestras raíces más nuestras. Pues no joder. Publicista de Fairy probablemente quemado con su trabajo, a punto de jubilarte o recién alumbrado padre: eres un marica. Has caído en la corrección política, en el buenrollismo, en el eufemismo más asqueroso. El mundo no es así, ¿sabes? No se juntan los pueblos para hacer paellas si se odian a muerte por culpa de años de extorsión mutua a base de fregotes. Villarriba y Villabajo, siempre separados, siempre en tensión, el ying y el yang, el blanco y el negro, la pera limonera y la naranja washingtona.... Lo aprendimos hace años gracias a vosotros: en el mundo hay buenos y malos, y los buenos ganan y los malos pierden. Las películas de Van Damme también ayudaron en esto, pero era más lejano; no eran pueblos de España, no comían paella, no parecían ir borrachos todo el día... no era tan fácil darse por aludido. Pero esto...
Se ha quemado una etapa muy importante de la historia de este producto, y se cierra de la manera más deshonrosa, más ñoña y menos original de la historia de la publicidad. Vuelvo a dirigirme a tí, publicista anónimo de Fairy: que te vaya mal. O que te vaya bien, porque gracias a ti ya no se distinguir entre una cosa y otra.
Villaenmedio es un insulto a los cimientos de nuestra infancia. El bulling existe gracias a Disney y a los anuncios de Fairy, ahora quieren que no nos riamos de los tartamudos ni de los que limpian peor las sartenes? venga ya
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